Las
declaraciones del Ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, sobre la situación
actual de la Inseguridad Ciudadana no nos brinda tranquilidad, por el contrario,
genera una gran preocupación.
En
un primer momento, indicó que la preocupación de la población ante la
inseguridad que se vive en las calles se basaba en “percepciones” ciudadanas,
lo cual rectificó a las pocas horas, luego que cobardes delincuentes asesinaron
a un periodista en la puerta de su domicilio. Después, en una entrevista en
Radio Programas del Perú dijo: “Sentimos la urgencia de tener más policías,
por eso nuestra meta de 30 mil efectivos para el próximo año ya se está viendo.
El país tiene 7,800 nuevos policías en las calles desde enero de este año. Y ya
tenemos en las 27 escuelas de la PNP, 8,700 nuevos estudiantes que saldrán en
diciembre y en marzo cerraremos otro proceso de convocatoria para 3,500 nuevos
policías, 3 mil suboficiales y 500 cadetes” palabras que me desconcierta
y perturba.
Todos
queremos más policías, pero seamos pragmáticos y responsables, sabemos que no
los podemos formar con una varita mágica, debemos tener presente que la
ciudadanía está harta de malos policías, queremos más efectivos, pero no
estamos dispuestos a sacrificar calidad por cantidad, queremos una Policíaacorde con lo que el Perú es hoy, un país de Mediano Desarrollo, no queremos
una policía equivalente a una Nación del “Cuarto Mundo”.
Actualmente
la Policía Nacional del Perú tiene 27 Escuelas de Formación de Suboficiales distribuidas
en todo el Perú, la mayoría posee muchas deficiencias logísticas en su cortísimo
Programa de Entrenamiento, además de un número insuficientes de instructores
capacitados. De esta forma, los cursos de 9 meses o 2 años es una Formación
Improvisada del Personal, lo que garantiza problemas e ineficiencia permanentemente.
A
todos los problemas mencionados anteriormente se suma la reinserción de los efectivos expulsados por medidas disciplinarias,
los que reingresan a la institución por disposiciones judiciales.
Por
lo expuesto, podemos indicar que es imposible vencer a la delincuencia cuando
no se toman las decisiones políticas necesarias. Lo primero que se debe
realizar es una instrucción y entrenamiento adecuado y de calidad a nuestros efectivos
de la Policía Nacional del Perú, los cuales debería ser dictados en una escuela
centralizada con instructores capacitados, de esta forma se garantizaría el
buen nivel de instrucción de todo el personal. Sin embargo, a pesar que existen
los recursos para concretar estas reformas, parece que para el Gobierno Central
la Seguridad Ciudadana no es una prioridad, lo que se refleja en las primeras
planas de los periódicos todos los días.
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