El miedo a lo letal sí mata

Desde hace muchos años afirmo que es necesario mejorar el Armamento No Letal que poseen nuestras Fuerzas del Orden, dado que es inadmisible que en pleno Siglo XXI la Policía Nacional del Perú tenga únicamente un palo y un escudo para restablecer el orden público ante algún disturbio social.

Por esta razón, me sentí complacido cuando en la Revista Caretas se indicaba que el Ministerio del Interior había realizado una inversión de 640 millones de soles para adquirir Armamento No Letal; sin embargo, este sentimiento se desvaneció  poco a poco con el transcurrir de la lectura, dado que gran parte del dinero había sido utilizado para comprar más palos y escudos, dejando de lado el armamento de última generación.

Mayor fue mi decepción al continuar indagando sobre el tema, dado que la suma invertida en armamento no letal es solo 15 millones de soles, ya que los 640 millones a los que hace referencia el artículo periodístico corresponde a  la inversión total realizada por el Ministerio del Interior. Nuevamente medias verdades intentan maquillar realidades, la omisión de la compra de Armamento No Letal de Tecnología del Primer Mundo, responde a que existe el temor de que el Personal Subalterno no las utilice adecuadamente, pero este riesgo se supera con un correcto Entrenamiento e Instrucción.

Este temor por parte de nuestras autoridades no permite que se tome la decisión política de equipar adecuadamente a nuestros efectivos de la Policía Nacional, siendo el Personal Subalterno el que sufre las consecuencias al ser apedreado, empujado o golpeado por los manifestantes.

Es necesario entender que el Armamento No Letal garantizará la vida de los manifestantes y la de los efectivos de la Policía. En los últimos años se han realizado grandes avances tecnológicos en el mercado de las Armas no Letales, existen eléctricas, sonoras, luminosas, láser, helicópteros rociadores de gas lacrimógeno, entre otras.

Es pertinente preguntarnos, ¿Cuántas vidas se hubieran salvado si nuestra Policía Nacional tuviera el equipamiento adecuado? ¿Cuándo desaparecerá el temor para equipar en forma adecuada a la Policía Nacional, para que puedan restituir el principio de autoridad, que hoy se encuentra totalmente vulnerado?